PUNTA ARENAS, PUERTO NATALES Y TORRES DEL PAINE

En nuestra última entrada a Chile volvimos a cruzar el Estrecho de Magallanes, esta vez para ir a Punta Arenas. En el camino no encontramos ningún lugar para dormir y llegamos a la ciudad a media noche, obviamente los lugares abiertos eran muy pocos, así que, la búsqueda fue larga.
Al día siguiente nos dimos la pasadita por la zona franca e hicimos algunas compritas… y como se nos hizo tarde buscamos un nuevo hostal, mejor que el del día anterior, de hecho, uno muy bueno: el hostal patagónico, allí nos contaron que el hostal en el que nos habíamos quedado la noche anterior se incendió unos meses atrás. Murieron 12 personas y ahora están llenos de demandas, por que no tenían las medidas de seguridad adecuadas.
Más o menos a dos horas de Punta Arenas está Puerto Natales, una ciudad muy bonita al lado de un lago en el que nadan tranquilos, muy cerca de la orilla, los elegantes cisnes de cuello negro que están en vía de extinción. Pero, lo mejor está más o menos a otras dos horas de esta ciudad: El Parque Nacional Torres del Paine. Justo antes de la entrada paramos en la Laguna Amarga, que refleja en su superficie completamente lisa, montañas, nevados y las famosas torres del Paine: unas formaciones rocosas muy bonitas que, como su nombre lo dice, forman 3 torres, de las cuales pudimos ver 2. Nos habían preparado para ver muy de cerca guanacos, ñandúes, liebres y hasta zorros, pero nunca para lo que vimos en la entrada del parque: un grupo de más o menos 15 cóndores sobrevolándonos por un buen rato, ¡qué espectáculo el que nos dieron!
Desde los diferentes miradores del parque vimos las torres, los cuernos del Paine, nevados, una cascada hermosa y el lago Grey, desde el que se ve a lo lejos el glaciar Grey, la otra cara del Perito Moreno. Ese día vimos algunos de los paisajes más bonitos que hemos visto en la vida, yo sé que ya hemos dicho esto muchas veces en este viaje, pero es que no lo podemos evitar…