LO ÚLTIMO DE BOLIVIA

Uyuni es un pequeño pueblo muy turistico, pues desde allí salen los tours al Gran Salar de Uyuni y la Reserva Natural de Fauna Andina Eduardo Avaroa. Nosotros, por supuesto tambien salimos desde alli, pero a diferencia de la mayoria, que viajan en Toyotas Land Cruser, nosotros nos fuimos en la Kia. Las carreteras son pésimas, pero los paisajes espectáculares. El Gran salar de Uyuni es el más grande del mundo, al pararse en él no se ve más que blanco hacia todos los lados. Hay hostales de sal y pequeñas islas, como Hincahuasi, que ofrecen servicios como baños y restaurantes. Tambien se pueden ver algunos flamingos y en otra de las islas un volcan y una familia de momias, tal como fueron encontradas, en el lugar original.
La Reserva Eduardo Avaroa, por su parte, tiene unas carreteras... pésimas también y ni hablar de la señalización, que nos causó una perdida de apróximadamente una hora, a las 8 de la noche, en un lugar donde no se ve una casa ni una persona. Afortunadamente, con la ayuda del gps logramos ubicarnos un poco y devolvernos hatsa que muy a lo lejos vimos unas luces y para suerte de nosotros esra un hostal de emergencia. Cama, comida y gasolina a un buen precio. Al día siguiente vimos los paisajes más lindos de la Reserva: Laguna colorada, llena de flamingos y alrededor llamas pastando. Laguna verde, rodeada de montañas y volcanes y las piedras de Dalí, que como su nombre lo dice, parecen sacadas de una pintura suya. Por supuesto, no podia faltar un buen baño en aguas termales y la insolada con un sol a 4.200 metros sobre el nivel del mar.
La aduana de Bolivia (donde se registra el carro) está a una hora de la frontera, nadie sabe explicarnos porque, pero afortunadamente el policía de inmigración en la frontera parece que ya está acostumbrado a que la gente no la vea y nos arregló el problema. Pudimos pasar a
Chile y lo notamos en un brusco cambio de carretera destapada a asfaltada.